EL MALO
Se llamaba Francisco Berges y era jornalero. Se llamaba Francisco Berges, pero durante su vida todo el mundo le conoció por su segundo apellido. Lagén le llamaban, pues también este era el nombre de su casa. De esta forma, a Francisco Berges se le conoció en vida como Lagén; sin embargo, los pocos que todavía conservan un breve recuero de él en su memoria, nunca se refieren a su figura como Lagén o como Francisco Berges. Siempre lo hacen, sin excepción, con un sobrenombre póstumo que fagocita a la persona. Un título que prejuzga cualquier añadido posterior y que incluso consigue que se tema su débil invocación. Francisco Berges fue conocido como Lagén; no obstante, yo siempre he sabido de él como “el malo”. Simple y contundente. La historia de Francisco Berges “el malo” (1907, Salas Altas – 1939, Albatera) ha permanecido ligada a su pasado como anarquista y como asesino, en concreto como el asesino del secretario de Salas Bajas (Huesca). Investigar si tras el sobrenombre de “el